Vacuna Intranasal: Cuándo y por qué se usan contra el moquillo
A diferencia de las vacunas tradicionales inyectables, la versión intranasal se administra directamente en las vías respiratorias superiores. Esto permite una respuesta inmune local más rápida, justo en la zona donde el virus suele entrar al organismo. Pero no todos los perros la necesitan ni es adecuada para todos los casos.
La lucha contra el moquillo canino en entornos de alto riesgo requiere soluciones inmediatas, eficaces y adaptadas al contexto. Uno de los recursos más valiosos en estos escenarios es la vacuna intranasal contra el moquillo, una alternativa que ofrece protección más rápida y que ha sido especialmente útil en refugios, albergues y centros de adopción.
Información importante
¿Qué es la vacuna intranasal y cómo actúa en el organismo?
La vacuna intranasal contra el moquillo contiene una versión viva atenuada del virus, diseñada para estimular el sistema inmunológico sin causar la enfermedad. Al aplicarse en las fosas nasales, activa las defensas mucosas locales, donde el virus del moquillo suele ingresar en los primeros momentos de la infección.
Esto significa que la protección comienza antes, muchas veces en cuestión de días, lo que la convierte en una herramienta de intervención rápida. Aunque también genera inmunidad sistémica, su acción principal está en evitar la colonización inicial del virus en las vías respiratorias. Es importante aclarar que esta vacuna no sustituye al esquema completo de vacunación, pero sí puede ser un paso clave en la estrategia de inmunización en entornos con alto riesgo de exposición.
¿En qué casos se recomienda su uso?
La vacuna intranasal se utiliza principalmente en refugios, albergues, centros de adopción o en situaciones de emergencia sanitaria donde los perros recién ingresan sin historial vacunal conocido. En estos entornos, los animales están en constante contacto unos con otros, y es común que no haya tiempo para esperar a que las vacunas inyectables generen protección en semanas.
También se aplica a cachorros muy jóvenes, incluso desde las 2 semanas de edad, cuando todavía no pueden recibir vacunas inyectables. En estos casos, la vía intranasal permite cubrir el periodo crítico donde los anticuerpos maternos ya están disminuyendo, pero el cachorro aún no ha generado su propia respuesta inmune.
Ventajas frente a la vacuna inyectable en situaciones específicas
La principal ventaja de la vacuna intranasal es su acción rápida. Mientras que la inyectable puede tardar entre 7 y 14 días en generar inmunidad efectiva, la intranasal comienza a proteger en mucho menos tiempo. Esto es esencial cuando un brote de moquillo está activo o se necesita proteger de inmediato a un grupo grande de perros.
También evita el uso de agujas, lo que reduce el estrés en animales nerviosos o en aquellos que ya han recibido múltiples inyecciones. Y como no requiere acceso venoso ni manipulación compleja, puede aplicarse con mayor facilidad en condiciones de campo o en operativos masivos de vacunación.
Limitaciones y consideraciones clínicas
Pese a sus beneficios, la vacuna intranasal no es ideal para todos los casos. En perros con infecciones respiratorias activas, congestión nasal o lesiones en la cavidad nasal, su efectividad puede verse reducida. Tampoco se recomienda en perros inmunodeprimidos o en tratamiento inmunosupresor, ya que se trata de una vacuna viva atenuada.
Además, aunque puede aplicarse en cachorros desde las 2 semanas de edad, esto no significa que sustituya el esquema regular. La protección que ofrece suele ser más corta en duración, por lo que siempre debe complementarse con la serie de vacunas inyectables al alcanzar la edad adecuada.
¿Tu perro está en un entorno de alto riesgo o fue rescatado recientemente?
Consulta cuándo iniciar el esquema completo en nuestra guía sobre vacunación para cachorros o conoce qué hacer si es adulto y no ha sido vacunado en esta guía.
También puedes ubicar clínicas que aplican vacunas intranasales en nuestro directorio de veterinarias.
En algunas regiones, no todas las clínicas disponen de esta vacuna, por lo que es importante verificar la disponibilidad y la calidad del biológico antes de aplicarla.
¿Se puede combinar con otras vacunas del esquema?
Sí, pero con cuidado. Aunque existen vacunas combinadas que incluyen el moquillo y otros virus respiratorios (como parainfluenza o Bordetella), no todas son compatibles entre sí. Lo recomendable es consultar al veterinario antes de mezclar vacunas intranasales e inyectables en un mismo calendario.
En muchos casos, se utiliza la vacuna intranasal como medida de emergencia, y luego se inicia el esquema completo con la inyectable a partir de las 6 semanas. Este enfoque escalonado permite proteger desde el primer momento sin comprometer la efectividad del plan de inmunización a largo plazo.
Para encontrar atención veterinaria rápida y confiable, puedes visitar nuestro directorio de veterinarias, donde reunimos profesionales en diferentes regiones con experiencia en enfermedades infecciosas como el moquillo.
Preguntas frecuentes sobre la vacuna intranasal
¿Es segura para cachorros recién nacidos?
Sí, puede aplicarse desde las 2 semanas si están en alto riesgo. Sin embargo, debe ser supervisada por un veterinario y no reemplaza el esquema inyectable.
¿Puede causar efectos secundarios?
En general es bien tolerada. Algunos perros pueden estornudar o presentar leve secreción nasal, pero estos efectos suelen ser transitorios.
¿Cuánto dura la protección?
Menos que la vacuna inyectable. Por eso se utiliza como medida inicial de protección rápida y debe complementarse con el calendario regular.
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